me siento sola
abandonada
infrapreparada
me aprieta el miedo en las costillas
el miedo de colmillos
ya limados de tanto mirarlos
y ojos amarillos medio cerrados
aburrido de esperar que baje la guardia
y me ataque
en mi letargo
después de tanto asedio
me siento sola y tengo miedo
razono conmigo los posibles escenarios
la estadística de la tragedia
lo plausible de la fatalidad
y ensayo
paralizada, en silencio
con mis herramientas rotas y
el botiquín vacío
en cuál de todos los presentes
coexisto con la
menor certeza
de colapso
no me ha gustado últimamente hablarte ha sido estéril como el quirófano teórico contra el que lanzo mis tripas deseando que desenredes tanta crudeza pero no estabas cerca nunca lo has estado buscando tu eco me topé de bruces con la misma y constante muralla de siempre el muro permanece además de la sangre de mis entrañas y de mis manos (extrañas de mí pero gritan tu nombre) lo apuntalan los despojos del pedestal que no me pides y sin embargo defiendes dos o tres veces al año recurrí a tu luz es lo que mejor se me da acaso la opción juiciosa cuando la palabra cercena el papel abrasa el discurso titubea y la narrativa acaricia el bucle irredimible de la autodestrucción
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