los días menguan
como la luna
no me acuerdo de tu voz
ya habrás pronunciado
tus promesas
ante el juez o tu propio dios
sueño que me escribes
que lo dices, no hace falta
descifrar tu magia
entre tu risa y las gafas
que fueron espejo sin cristal
lo cotidiano de perder
es saberte otra vez
otra, de nuevo nada
más que lejos de la ciudad
que sigue en pie aunque
no le cantes tu canción
volverás mes a mes
no seré presencia, café
mirada atenta ni memoria intensa
en tu fiesta que es vivir
tampoco seré más
banco de confesiones
paseo por el jardín
y las calles
de las que una vez
como esta, quizá
huiste, por razones
probablemente igual de insensatas
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