suplico
que acabe este letargo silente,
pero estridente, que histriónicamente
susurra no, que no será hoy
cuando encuentres un instante de paz
una tregua que te permita estar
para disfrutar
incólume
del eterno acabar y reiniciar
de unas estaciones que dejen de cargar
tormenta o inestabilidad
para que este barco
no se quede varado
ni se hunda en medio de ningún lugar
No quiero sentir que la ciudad te pertenece Agota los contratos Rompe la confianza Múdate la piel y de piso eternamente Desgasta corazones y por fin vete Quiero recuperar el aire fuera de mis cuatro paredes y en la cama que ya no te pertenece
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