y este oleaje que no es el mismo salvaje que mecía tu cama no son sino tsunamis de todos los mares de vodka y de ginebra que te he bebido y es bonito recordar esa sensación que salga el corazón del pecho y suba por la garganta hasta vomitar toda la mierda que albergo sólo que esta vez no es amor lo que echo son los mares que de hecho te lloro adentro